Los periodistas de hoy deben saber hacer mucho más que escribir: Deben conocer las herramientas multimedia, las plataformas digitales, las redes sociales e Internet. Y ahora esto incluye también la inteligencia artificial (IA).
La IA se infiltrará y cambiará el núcleo mismo del periodismo, lo que traerá consigo tanto oportunidades como retos. Pero, ¿qué deben tener en cuenta los periodistas y las redacciones antes de aplicar la IA a su trabajo? ¿Existe una forma responsable y ética de utilizar la IA en el periodismo?
La importancia de la transparencia: Los periodistas deben comunicar claramente al consumidor cuándo han utilizado IA en su trabajo y en qué medida. El contenido producido por un humano y el producido por la IA deben diferenciarse claramente. Con su documento de trabajo “‘Or they could just not use it?’: The paradox of Ai disclosure for audience trust in news”, Benjamin Toff, de la Universidad de Minnesota, y Felix M. Simon, del Oxford Internet Institute, intentaron comprender mejor la percepción que tiene la audiencia de las noticias generadas por IA. Descubrieron que una gran mayoría de lectores preferiría que los editores de noticias comunicaran cuándo la IA ha influido en una noticia concreta.
Educación de los periodistas: Un factor clave es que los periodistas se eduquen a sí mismos sobre la IA y que las redacciones eduquen a sus empleados. Los periodistas deben ser conscientes tanto de las ventajas como de los inconvenientes que aporta la IA, para aprovechar al máximo las oportunidades y disminuir los riesgos lo mejor posible. Especialmente la comprensión de los límites de la IA -y, por tanto, de dónde puede no mejorar su trabajo- es crucial para un periodismo responsable con la IA.
Conocimiento de las responsabilidades legales: Los medios de comunicación deben informar a sus empleados sobre sus responsabilidades legales en relación con la IA, y los periodistas también deben hacer un esfuerzo por informarse. Aunque un determinado contenido haya sido generado por la IA, el periodista cuyo nombre aparece vinculado a él sigue siendo plenamente responsable y no puede distanciarse de él. (Más información en la entrevista de Olivia Matti) También deben tener en cuenta los aspectos relacionados con los derechos de autor, ya que el uso de la IA implica el uso de una herramienta que genera contenidos a partir de contenidos ya existentes.
Selección de tareas: Los periodistas deben tomar decisiones conscientes sobre las tareas que deciden realizar con ayuda de la IA. Se recomienda aplicar la IA cuando se realicen tareas repetitivas y procesos cotidianos. Es fundamental analizar qué tareas pueden automatizarse con la IA y cuáles deben ser realizadas por humanos. Recuerde los límites de la IA a la hora de tomar esta decisión. (Más información en la entrevista de Olivia Matti).
‘Fact-Checking’ nunca ha sido tan importante: Aplicar el poder de la IA para la realización de determinadas tareas deja a los periodistas más tiempo y recursos que deberían invertirse en la comprobación de los hechos. Es crucial no confiar ciegamente en el contenido generado por la IA, sino analizarlo y ajustarlo siempre que sea necesario. Esto se convertirá en una parte importante del trabajo del periodista a medida que la IA siga desarrollándose y se integre en las redacciones. (Más información en la entrevista de Mario Saavedra).
Forme parte de la solución, no del problema: Con el acceso generalizado a las herramientas de IA, los ‘Deep-Fakes’ se han hecho más frecuentes. Las falsificaciones profundas se crean utilizando IA para distorsionar las imágenes y el habla y generar imágenes, vídeos y textos que parecen realistas de forma convincente. Pueden convertirse fácilmente en virales y, a menudo, provocar fuertes reacciones, como el pánico masivo. Los periodistas no deben recurrir en ningún caso a este tipo de falsificaciones, sino tomar medidas activas para desmentir las que se hayan hecho virales, ya que pueden tener efectos muy negativos en la sociedad.